En una mesa de poker podemos encontrar jugadores de todo tipo: desde
kamikazes que van a por todas en cada mano, hasta otros que ni siquiera
con buenas cartas son capaces de arriesgarse. Por eso vamos a hacer un
pequeño análisis de esta particular fauna identificando a los cuatro
perfiles principales que suelen aparecer en una partida
El Leopardo:
típico jugador agresivo, que no tiene problemas a
la hora de jugárselo todo a una carta sin preocuparse del resultado o
de lo difícil que pueda estar la mano. El miedo que impone su técnica de
ir a por todas, es una de sus principales ventajas a la hora de jugar.
Sin embargo su exceso de confianza suele ser motivo para que resulte un
jugador relativamente fácil de ganar cuando se ve su táctica de juego.
El camaleón:
jugador que se confunde entre los demás y cuya
especialidad es ocultarse. Lo mismo puede jugar un farol con unas cartas
pésimas y jugárselo todo, que guardar unas cartas buenas y jugar casi
con miedo. Su fortaleza es ese factor sorpresa que puede darle mas de un
disgusto a sus rivales, cuando en una de las jugadas en que parece que
tocaba farol, saque unas cartas que sean capaces de batir a toda la
mesa. Uno de los tipos mas complicados de jugar precisamente por lo
desconcertante de su estrategia.
El elefante:
igual que el paquidermo, es un jugador de paso
tranquilo, que no tiene problemas en ir entrando a las distintas manos a
poco que las cartas le puedan permitir ir sumando, y que basa su
fortaleza en el factor tiempo. Sabe que a largo plazo la suerte tiende a
distribuirse de forma mas o menos equitativa, y tiene el suficiente
tiempo y dinero para esperar su turno. Por ello no suele dejar escapar
manos en las que se vea con posibilidades aunque siempre teniendo un ojo
puesto en la cartera, para no caer en excesivos riesgos.
La rata:
vaya por delante que no hay nada ofensivo en el
termino, sino que es descripción perfecta de su comportamiento. El
jugador rata es ese que parece haberse quedado congelado en la mesa, que
apenas hace otra cosa que tirar las cartas o a lo sumo, seguir hasta el
“river” cuando ve que sus cartas son muy buenas. Por ello seguir su
juego suele ser fácil ya que el mismo se retrata. Su principal error es
que su ansia de conservar sus fichas se trunca cuando tiene una buena
mano, ya que carece de capacidad de análisis y suele jugarse cantidades
considerables en el momento mas inoportuno.
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